miércoles, 9 de marzo de 2011

La crisis del agua.






La crisis del agua.

Índice.

1.- Las regiones más afectadas

2.- Unos tanto y otros tan poco

3.- Una década de esperanza

4.- Aumenta la población y aumenta la demanda

5.- Agua mala, salud mala

6.- Ríos para compartir

7.- Una molécula en movimiento

8.- El agua que bebemos

9.- La vida depende de ella

10.- Cómo funciona el agua en uno

11.- Necesitamos agua

12.- Haciendo bebedera el agua

13.- Problemas al tratar el agua

14.- El agua como medicina

15.- Un punto de vista equilibrado

16.- La crisis del agua... ¿cuán real es?

17.- Los acuíferos están en vías de secarse

18.- “Dentro de 50 años no existirá Phoenix”

19.- El agua pura... una maravilla de la naturaleza

20.- Sistema de autodepuración

21.- Depuración biológica

22.- Problemas causados por el hombre

23.- Tratamiento de las aguas residuales

24.- Mejoras en la depuración

25.- Agua, agua por todas partes

26.- La crisis del agua, ¿se avecina, o ya está aquí?

27.- El agua... don maravilloso para el hombre

28.- El ciclo del agua

29.- El hombre, su alimento y bebida

30.- Guía para exploradores y rutas de comercio

31.- Hace girar las ruedas de la industria

32.- La Tierra y su agua

33.- ¿Nos estamos quedando sin agua?

34.- Las reservas menguan

35.- El efecto en la salud y la alimentación

36.- ¡Advertencia! Esta agua podría perjudicar su salud

37.- Una bendición para los agricultores, pero desastrosos para las aguas de la Tierra

38.- “El lento tictac de una bomba de tiempo”

39.- Soluciones propuestas




1.- Las regiones más afectadas

MARY, que vive en Estados Unidos, comienza el día con una ducha, tras lo cual se cepilla los dientes dejando correr el agua, descarga la cisterna del inodoro y se lava las manos. Aun antes de sentarse a desayunar, es posible que haya gastado suficiente agua como para llenar una bañera de tamaño medio. Al final del día, Mary, como muchos otros estadounidenses, ha utilizado más de trescientos cincuenta litros de agua, lo bastante como para llenar dos bañeras y media. Para conseguir un suministro abundante y limpio, solo tiene que alargar la mano hasta la llave del agua más cercana. Siempre puede obtenerla, y no la valora como es debido.
Para Dede, que vive en África occidental, la historia es muy diferente. Esta mujer se levanta mucho antes de clarear el día, se viste, se coloca un balde grande sobre la cabeza y camina ocho kilómetros hasta el río más cercano. Allí se baña, llena de agua el balde y regresa a su casa. Este proceso diario le toma unas cuatro horas. Durante la siguiente hora filtra el agua para eliminar los parásitos y, a continuación, la divide en tres recipientes: uno para beber, otro para usos domésticos y otro para bañarse por la noche. La ropa tiene que lavarla en el río.
“La escasez de agua nos está matando —dice Dede—. Después de dedicar casi la mitad de la mañana a ir a buscar agua, ¿cuánto me queda del día para cultivar la tierra y otros trabajos?”
La situación de Dede no es insólita. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el total de tiempo que multitudes de mujeres y niños emplean cada año en acarrear agua desde fuentes distantes y a menudo contaminadas, asciende a más de diez millones de años.
2.- Unos tanto y otros tan poco
Así pues, aunque hay una abundancia de agua dulce en el planeta, no está repartida uniformemente. Ese es el problema principal. Los científicos calculan que, por ejemplo, Asia tiene el 36% del agua de todos los lagos y ríos del mundo y, sin embargo, alberga al 60% de la población mundial. En contraste, el río Amazonas contiene el 15% del agua de todos los ríos del mundo, pero solo el 0,4% de la población mundial vive lo suficientemente cerca como para aprovecharla. La distribución de las lluvias es también desigual. Algunas regiones de la Tierra están casi permanentemente secas; otras, sin llegar a ese extremo, sufren de vez en cuando períodos de sequía.
Varios entendidos creen que el hombre provoca cambios climáticos que repercuten en la formación de las lluvias. La deforestación y la explotación excesiva de cultivos y pastizales dejan el suelo pelado. Como consecuencia, algunos concluyen que la superficie terrestre refleja más luz hacia la atmósfera. El resultado: aumenta la temperatura atmosférica, se dispersan las nubes y disminuyen las lluvias.
Los terrenos áridos también contribuyen a la reducción de las precipitaciones, pues el origen de una gran parte de la lluvia que cae sobre las selvas es agua evaporada procedente de la propia vegetación: de las hojas de los árboles y de la maleza. En otras palabras, la vegetación actúa como una enorme esponja que absorbe y retiene el agua de las precipitaciones. Si se eliminan los árboles y la maleza, disminuye la cantidad de agua disponible para formar nubes.
Todavía se debate hasta qué punto afecta a la pluviosidad la intervención del hombre; Es preciso realizar más estudios. Pero algo es seguro: la escasez de agua está muy extendida. El Banco Mundial advierte que el problema presenta una amenaza para la economía y la salud de 80 países. Un 40% de los habitantes de la Tierra —más de dos mil millones de personas— no tienen acceso a agua limpia ni a condiciones sanitarias.
Cuando se enfrentan a la carencia de agua, las naciones ricas generalmente disponen de recursos para evitar problemas graves. Construyen represas, reciclan el agua con tecnología costosa o incluso desalinizan el agua marina. Las naciones pobres no cuentan con tales opciones. Con frecuencia tienen que escoger entre racionar el agua limpia, lo cual puede frenar el progreso y reducir la producción de alimentos, o volver a usar agua sin tratar, lo que conduce a la propagación de enfermedades. El aumento continuo de la demanda de agua en todas partes hace prever serias escaseces de este fluido en el futuro.
3.- Una década de esperanza
El 10 de noviembre de 1980 la Asamblea General de las Naciones Unidas habló confiadamente sobre la “Década Internacional de Suministro de Agua Potable y Sanidad” que iba a comenzar. El objetivo, según proclamó la asamblea, era que para 1990 todos los habitantes de los países en vías de desarrollo tuvieran pleno acceso a agua pura y condiciones sanitarias. Al finalizar la década, se habían gastado unos 134.000 millones de dólares a fin de proporcionar agua limpia a más de mil millones de personas e instalaciones de depuración de aguas residuales a más de setecientos cincuenta millones, lo cual representa todo un logro.
No obstante, el crecimiento demográfico de los países en vías de desarrollo —800 millones de personas— neutralizó tales avances. Como consecuencia, en 1990 más de mil millones de personas aún carecían de agua pura y condiciones sanitarias adecuadas. La situación recordaba lo que le dijo la reina a Alicia en el cuento infantil A través del espejo: “Como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido”.
Desde 1990 el progreso general de la situación de quienes se ven privados de agua y sanidad ha sido, según la OMS, “escaso”. Sandra Postel escribió cuando era vicepresidenta de investigación del Instituto Worldwatch: “El hecho de que 1.200 millones de personas no puedan beber agua sin correr el riesgo de contraer enfermedades o morir sigue siendo una grave lacra moral. La razón, más que la escasez de agua o el empleo de medios inadecuados, es la falta de compromiso social y político para satisfacer las necesidades básicas de los pobres. Se precisarían unos 36.000 millones de dólares anuales, el equivalente a aproximadamente el 4% de los gastos militares del mundo, para suministrar a toda la humanidad lo que la mayoría de nosotros consideramos que tenemos seguro: agua potable y un sistema higiénico de eliminación de desechos”.
4.- Aumenta la población y aumenta la demanda
La distribución irregular del agua se complica con un segundo problema: al crecer la población, también crece la demanda de este líquido. La pluviosidad se mantiene a un nivel más o menos constante en todo el globo, pero la población aumenta vertiginosamente. El consumo de agua se ha duplicado por lo menos dos veces en este siglo, y algunos calculan que podría duplicarse de nuevo en los próximos veinte años.
Por supuesto, el crecimiento demográfico exige no solo más agua potable, sino también más alimento. La producción de alimento, a su vez, exige una cantidad de agua cada vez mayor. No obstante, la agricultura debe disputarse el agua con la industria y los consumidores. Con la expansión de las zonas urbanas e industriales, la agricultura normalmente sale perdiendo. “¿De dónde van a salir los alimentos? —pregunta un investigador—. ¿Cómo vamos a satisfacer las necesidades de 10.000 millones de personas si apenas podemos satisfacer las de 5.000 millones y, de hecho, estamos quitándole agua a la agricultura?”
El crecimiento demográfico tiene lugar principalmente en los países en vías de desarrollo, donde a menudo el agua ya de por sí escasea. Lamentablemente, tales países tienen menos posibilidades, tanto económicas como técnicas, de tratar los problemas del agua.

A las dificultades que originan la escasez de agua y las demandas de la población creciente se suma un tercer problema: la contaminación.
Se calcula que anualmente se vierten en los ríos del mundo 450 kilómetros cúbicos de aguas residuales de origen doméstico e industrial. Muchos ríos y arroyos están contaminados desde el nacimiento hasta la desembocadura.
En las naciones en vías de desarrollo las aguas residuales contaminan casi todos los ríos principales. Un estudio de 200 grandes ríos rusos reveló que 8 de cada 10 contenían niveles peligrosamente altos de bacterias y virus. Los ríos y la capa freática (capa acuífera subterránea más superficial) de los países industrializados, pese a no recibir una gran cantidad de aguas residuales, con frecuencia están contaminados con sustancias químicas tóxicas, entre ellas las de los abonos. En todo el planeta, los países costeros vierten desechos en aguas poco profundas de su litoral, con lo cual contaminan seriamente las playas.
Así pues, la polución de las aguas es un problema mundial. Resumiendo la situación, el folleto Water: The Essential Resource (Agua: el recurso esencial), de la Sociedad Audubon, afirma: “Un tercio de la humanidad vive en un estado permanente de enfermedad o debilidad causado por el agua impura; otro tercio se ve amenazado por el vertido en el agua de sustancias químicas cuyos efectos a largo plazo se desconocen”.
5.- Agua mala, salud mala
Dede, mencionada anteriormente, hablaba en sentido figurado cuando dijo: “La escasez de agua nos está matando”. Sin embargo, la carencia de agua pura sí mata, literalmente. Dede y millones de personas como ella se ven prácticamente obligadas a consumir agua de arroyos y ríos que muchas veces son poco menos que alcantarillas a cielo abierto. No sorprende que, según la OMS, cada ocho segundos muera un niño por una enfermedad relacionada con el agua.
En el mundo en vías de desarrollo, de acuerdo con la revista World Watch, el 80% de las enfermedades se contraen por consumir agua no potable. La contaminación y los agentes patógenos que se transmiten por el agua matan a 25.000.000 de personas al año.
Las afecciones mortíferas relacionadas con el agua —como las enfermedades diarreicas, el cólera y la fiebre tifoidea— se cobran la mayor parte de sus víctimas en los trópicos. Pero este tipo de enfermedades no se limitan al mundo en vías de desarrollo. En 1993, 400.000 personas de la ciudad estadounidense de Milwaukee (Wisconsin) enfermaron por beber agua de la llave que contenía un microbio resistente al cloro. En el mismo año, otros microbios peligrosos se infiltraron en la red de distribución de agua de otras ciudades de Estados Unidos —como Washington, D.C.; Nueva York, y Cabool (Misuri)—, lo cual obligó a los residentes a hervir el agua de la llave.
6.- Ríos para compartir
Los problemas interrelacionados de la escasez de agua, las demandas de la población creciente y la contaminación que deteriora la salud, son factores que pueden provocar tensiones y conflictos. Después de todo, el agua no es precisamente un lujo. Un político español que estaba combatiendo una crisis de agua dijo: “Ya no se trata de una batalla económica, sino de una lucha por la supervivencia”.
Un asunto que causa gran tensión es el reparto de las aguas de los ríos. Según Peter Gleick, investigador estadounidense, el 40% de la población mundial vive en las 250 cuencas fluviales cuyas aguas se disputan varias naciones. Los ríos Brahmaputra, Indo, Mekong, Níger, Nilo y Tigris fluyen, cada uno de ellos, a través de muchos países, que quieren extraerles cuanta agua sea posible. Ya ha habido conflictos entre estos países.
A medida que se incremente la demanda de agua, tales tensiones aumentarán. El vicepresidente del Banco Mundial encargado del desarrollo sostenible del medio ambiente predice: “La causa de muchas guerras de este siglo ha sido el petróleo, pero en el siglo próximo será el agua”.

7.- Una molécula en movimiento
 
Sigamos el recorrido de una molécula de agua en su interminable viaje.

1)     Comenzaremos con la molécula en la superficie oceánica.
2)     Cuando el calor del Sol evapora el agua, la molécula se eleva a varios miles de metros de altitud.
3)     A continuación, se une a otras moléculas de agua y todas juntas forman una pequeña gota que viaja cientos de kilómetros a merced de los vientos. En un momento dado, la gotita se evapora y la molécula vuelve a ascender hasta que, finalmente, se une a una gota de lluvia lo suficientemente grande como para precipitarse a tierra.
4)     La gota cae junto con otros miles de millones de gotas sobre la ladera de un monte, y el agua corre hacia un arroyo.
5)     Un ciervo que bebe del arroyo se traga nuestra molécula.
6)     Horas después, el ciervo orina y la molécula pasa al terreno, donde la absorbe la raíz de un árbol.
7)     De ahí asciende árbol arriba, llega a una hoja y se evapora de nuevo.
8)     Como antes, se eleva en el aire y contribuye a la formación de otra gotita, que el viento transporta hasta que se agrega a una nube oscura y cargada de agua.
9)     Nuestra molécula cae una vez más con la lluvia, pero en esta ocasión va a parar a un río que la conduce al océano.
10)  Una vez allí, pueden pasar miles de años antes de que nuevamente alcance la superficie, se evapore y sea transportada por el aire.
 
El ciclo se repite indefinidamente: el agua de los mares se evapora, viaja por encima de la tierra, cae en forma de lluvia y regresa a los mares. En el proceso, el agua sostiene toda forma de vida terrestre.

8.- El agua que bebemos
‘EL AGUA potable,’ escribió en una ocasión Leonardo de Vinci, ‘puede ser salubre, insalubre, purgativa, sulfurosa, luctuosa, encolerizada, roja, amarilla, verde, negra, azul, grasienta, gorda y delgada.’
Probablemente el agua que bebemos hoy tenga pocas de estas cualidades. Pero se dice que aun en nuestro tiempo alrededor de 500 millones de personas están enfermas de continuo debido al agua que beben. Posiblemente diez millones de ellas mueran cada año.
Es sorprendente que aun las naciones desarrolladas que se precian de su agua “inocua” estén teniendo dificultades en la actualidad. Hay una lista cada vez más larga de sustancias químicas potencialmente peligrosas y difíciles de remover que la agricultura e industria modernas están introduciendo en las fuentes de agua potable. “Parece que todo lo que hace más fácil la vida hace más sucia el agua,” comentó un perito en las investigaciones que el Senado estadounidense hizo de este problema.
9.- La vida depende de ella
A pesar de estos problemas, el agua todavía es una de las sustancias más maravillosas y absolutamente esenciales que conocemos. La mismísima existencia de la vida en la Tierra se basa en ella. De hecho, el agua es el principal ingrediente de casi toda cosa viviente. Como dos terceras partes del peso total del cuerpo humano es agua, mientras que tres cuartas partes del cerebro y de los músculos lo son.
Esto hace obvio que la vida funciona mejor dentro del estrecho alcance de temperatura en que el agua existe como líquido. Se dice que un ambiente de esa temperatura en que pudiera existir la vida es casi inexistente en toda otra parte del Universo. Aunque a los científicos les gusta especular acerca de que posiblemente haya millones de planetas en el universo, el libro Water: The Web of Life dice en tono maravillado:
“A medida que aprendemos más acerca de lo excepcional que realmente son las condiciones en la Tierra . . . nos preguntamos si pudiéramos hallar un duplicado de la Tierra aun entre millones de planetas. . . . Evidentemente hay una serie de sucesos sumamente delicada y exclusiva que dé por resultado un planeta con agua líquida en su superficie.”
Lo que el agua hace para sostener la vida en nuestro cuerpo ilustra lo verdaderamente admirable que es esta sustancia.
10.- Cómo funciona el agua en uno
A menudo se iguala la sangre a la vida misma de las criaturas, como en el término sangre vital. Apropiadamente, más de cuatro quintas partes de la sangre es agua. Las cualidades singulares del agua la hacen idealmente apropiada como la base de este fluido dador de vida. Por ejemplo, más sustancias se disuelven en agua que en cualquier otro líquido. También tiene la singularidad de poder moverse libremente de una parte a otra a través de las paredes celulares del cuerpo, llevando consigo las sustancias químicas vitales. Al mismo tiempo sirve como el medio en que ocurren reacciones químicas complejas dentro de las células.
Estas reacciones “queman” como combustible el alimento que uno come, generando calor, como lo hace el motor de un automóvil cuando quema el combustible. Pero, ¿cómo mantiene el cuerpo su temperatura constante de 37°? ¡Agua! ¡Si el agua en el cuerpo fuera otro líquido —mercurio, por ejemplo— el calor de las células tendería a hacer que la temperatura del cuerpo subiera treinta veces más rápidamente! Esto se debe a que el agua requiere mucho más calor que casi toda otra sustancia para cambiar su temperatura.
Pero el agua sirve de otras maneras, también, para controlar la temperatura del cuerpo. La veloz circulación por vía de la corriente sanguínea mantiene el calor relativamente igual en todas partes, y mueve rápidamente el calor excesivo a la piel para ser emitido al aire. Por otra parte, el calor almacenado en el agua del cuerpo les entrega un bienvenido calor moderado a las extremidades cuando uno tiene frío.
Aun con este maravilloso sistema, el cuerpo por lo general no se deshace con suficiente rapidez del calor que genera. De modo que otra maravillosa cualidad del agua entra en funcionamiento... la evaporación. ¿Cómo ayuda esto?
¡Bueno, cuando un litro de agua se evapora absorbe aproximadamente 1.100 veces más calor que cuando su temperatura sube un grado! Uno siente este efecto refrescante cuando un airecillo seca la humedad de su piel. Puesto que casi un litro de agua se evapora normalmente cada día por la piel y los pulmones y por medio del aliento sin que uno se dé cuenta de ello, mucho calor excesivo se libera así con regularidad.
Pero en un día caluroso, o al hacer uno más enérgica su actividad que lo normal, las glándulas sudoríparas exudan más agua, varios litros, posiblemente hasta más de ocho en un solo día. Toda transpiración que se evapora de la superficie, en vez de gotear, lleva consigo tremendas cantidades de calor... ¡ciertamente un maravilloso sistema de refrigeración!
11.- Necesitamos agua
Puesto que el agua es una parte tan importante de nuestra existencia misma, tenemos que mantener el cuerpo bien suplido. Aunque una persona puede sobrevivir hasta ochenta días sin alimento, son pocos los que pueden durar más de unos diez días sin agua. Cuando solo hay una pequeña disminución en el contenido normal de agua, uno siente sed. Una deficiencia de solo 1 ó 2 por ciento en la cantidad de agua puede causar pena o dolor. Una deficiencia de solo 5 por ciento causa encogimiento de la piel, sequedad de la boca y lengua, y empiezan las alucinaciones. Una pérdida del 15 por ciento casi siempre resulta en muerte.
El cuerpo pierde agua constantemente. Además del litro que se pierde normalmente a través de la piel y el aliento, puede que otro litro y medio o más sea eliminado por los riñones y los intestinos. El agua que se pierde por la transpiración, y aun por las lágrimas, tiene que sumarse al total normal de entre dos y tres litros que hay que reemplazar diariamente para mantener el equilibrio del fluido corporal.
¿Quiere decir esto que uno debe beber tres litros de líquidos diariamente? No, a menos que esté sudando profusamente. En realidad, más o menos un tercio del agua que necesitamos viene del alimento “sólido” que comemos, ya que éste es en su mayor parte agua. Hasta una tercera parte del pan es agua. Interesante es el hecho de que las mismas células del cuerpo manufacturan casi medio litro de agua (H2O) químicamente al usar oxígeno (O) para quemar como combustible el hidrógeno (H) en el alimento.
Por eso posiblemente nos baste con beber solo cinco o seis vasos diarios de líquidos como leche, café, jugo o agua. Pero aunque el agua es una de las sustancias que más abunda en la Tierra, el proveer suficiente agua potable es una empresa tremenda. Puesto que el agua puede disolver tantas diferentes sustancias, no siempre puede beberse sin peligro si no ha sido purificada.
12.- Haciendo bebedera el agua
Rara vez puede llamarse el agua que bebemos “pura” o “limpia” en sentido químico, porque casi siempre tiene disueltos en ella algunos gases o minerales. Para hacer potable el agua y para que se pueda beber con agrado no es necesario eliminar todas las impurezas. De hecho, algunos de los elementos necesarios para la buena salud y el buen sabor a menudo se hallan naturalmente en buena agua potable.
El agua dulce subterránea que se obtiene de manantiales y pozos frecuentemente —pero no siempre— es agua que se puede beber sin peligro debido a la filtración y depuración que ocurre a medida que se hunde a través de las capas de suelo y roca porosa. Hasta las aguas dulces superficiales pueden depurarse ellas mismas. A medida que el agua corriente sigue moviéndose, tiende a desbaratar los desperdicios que entran en ella, disolviendo y diluyéndolos hasta que se hacen inocuos, y permitiendo que las partículas más pesadas queden excluidas al asentarse. El viento y la turbulencia ayudan a producir aeración en el agua corriente, haciendo que libere gases de desecho no deseados y que absorba oxígeno.
El oxígeno disuelto le es vital a un asombroso proceso de “digestión” de paso a paso que ocurre tanto en aguas móviles como en las inmóviles. El oxígeno puede oxidar o “quemar” directamente los desperdicios, neutralizándolos, o, con más frecuencia, sostiene bacterias que desbaratan los desperdicios y los convierten en residuos inocuos.
A medida que continúa el proceso, diminutas formas de vida consumen las bacterias, clarificando el agua aun más. La luz solar penetra con mayor facilidad, estimulando el crecimiento de las algas verdes, que, a su vez, consumen ciertos compuestos contaminadores y en el proceso liberan mucho oxígeno. Pequeñas criaturas acuáticas se alimentan de las algas, completando el ciclo de “digestión.” De esta manera las aguas dulces tienden a depurarse ellas mismas con el tiempo.
Pero aun este maravilloso sistema puede sufrir de indigestión, como sucede con nosotros cuando comemos demasiado de las cosas que no debemos comer. A menudo el agua llovediza que se desagua de los terrenos agrícolas contiene abonos químicos y residuos de insecticidas. A éstos a menudo se unen nuevas colecciones de desperdicios industriales en nuestras fuentes de agua, ahogándolas con una variedad y volumen de sustancias químicas que frecuentemente excede por mucho lo que el sistema de la naturaleza está capacitado para purificar. Ahora casi toda comunidad en los países desarrollados somete el agua a algún tratamiento antes de usarla.
Al hacerlo, emplean métodos que a menudo siguen la dirección de la naturaleza. Por eso la aeración es generalmente el primer paso de un sistema de purificación típico. Para que el agua absorba todo el oxígeno purificador posible la pulverizan, la hacen caer en forma de cascada o hacen que la atraviesen burbujas de aire. Entonces se añaden ciertas sustancias químicas que animan a las impurezas y bacterias a aglutinarse en “grumos.” Este procedimiento de coagulación acelera la acción natural de asentarse, que se completa durante la sedimentación. Entonces sigue la filtración, generalmente a través de filtros de arena, para eliminar los grumos que quedan y la mayor parte de las otras impurezas. Finalmente, la desinfección mata a casi todos los organismos vivos que quedan, y para esto casi siempre se emplea cloro.
13.- Problemas al tratar el agua
Uno pensaría que el proceso descrito bastaría para eliminar todo lo nocivo del agua que bebemos. Pero en los Estados Unidos las pruebas indican que en algunas ciudades pequeñas cantidades de varios compuestos químicos están logrando pasar hasta los grifos. Es conocido que unos cuantos de estos compuestos causan cáncer. ¡Irónicamente se dice que varios de ellos son compuestos del mismo cloro que se añade al agua para hacerla inocua!
Algunos médicos hasta presentan evidencia de que posiblemente el cloro ayude a iniciar la acumulación del colesterol en los vasos sanguíneos del cuerpo humano que, según algunos, causa ataques cardiacos y fulminantes. En su libro Coronaries/Cholesterol/Chlorine, el médico Joseph M. Price afirma que “una de las mayores paradojas registradas en la historia” es el hecho de que una disposición de la higiene pública responsable de salvar tantas vidas “también sea responsable insospechadamente de muchos desórdenes crónicos más tarde en la vida.”
Aunque se disputan estas opiniones, hay centenares de ciudades en Europa, Rusia, el Canadá y el Japón que prefieren otros métodos de desinfectar su agua. Por ejemplo, hace más de sesenta años que Niza, Francia, usa ozono en vez de cloro; París lo ha usado desde 1968. El ozono es una forma inestable del oxígeno que unido al agua reacciona en un frenesí químico, oxidando rápidamente las impurezas sin dejar un residuo de ozono.
Otros abogan por el uso de gránulos de carbón activado en vez de, o además de, la arena tradicional en los filtros. El carbón activado tiene una “viscosidad” química singular que “absorbe” las impurezas. Ahora en los Estados Unidos muchos peritos insisten cada vez más en que se adopten estos otros métodos.
14.- El agua como medicina
¿Debe someterse a los ciudadanos a tratamiento médico en masa por medio del agua que beben? Esta cuestión todavía irrita a los que se oponen al tratamiento del agua con flúor, aunque más de la mitad de la población de los Estados Unidos actualmente bebe agua tratada así. Según los informes, los niños que beben esta agua tratada tienen solo entre la mitad y el tercio de las picaduras dentales que otros niños tienen.
Pero los que se oponen a dicho tratamiento del agua citan el hecho de que la mayoría de la gente no se beneficia de ello, puesto que es reconocido que solo ayuda a los jovencitos. Además, sostienen que, como algunos beben más agua que otros, necesariamente están expuestos a mayor peligro, y, por lo tanto, deben tener la libertad de escoger lo que quieren.
Algunas personas han recurrido al agua embotellada para evitar el peligro. Sin embargo, estudios indican que tampoco ésta está siempre exenta de peligro. Algunos recomiendan hervir el agua que se beba para deshacerla de todo cloro libre. Pero ni siquiera el hervirla eliminará de seguro otros compuestos nocivos.
15.- Un punto de vista equilibrado
Por lo tanto es prudente tener un punto de vista equilibrado respecto al agua que bebemos. Está limitado lo que podemos hacer para asegurar su pureza. En algunas zonas el aire que inspiramos está tan contaminado que acorta la vida, pero el uso de caretas antigás no es práctico.
Por eso en vez de dejar que situaciones como ésa desfiguren nuestro modo de ver la vida, debemos ver en esas situaciones prueba de que los sistemas humanos fracasan cuando no funcionan en armonía con los maravillosos sistemas naturales de la Tierra.

16.- La crisis del agua... ¿cuán real es?
PARA comenzar, quede establecido que aunque un 70% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua, no toda es potable. Por ejemplo, los mares contienen aproximadamente el 97% de esta agua, lo cual hace que un 3% se clasifique como agua dulce.
No obstante, más de las tres cuartas partes del agua dulce se encuentran solidificadas en los glaciares y cascos polares de la Tierra. Otro 14% del agua se halla en depósitos subterráneos, llamados acuíferos, que están demasiado profundos como para explotarlos. Se calcula que el agua restante es un diminuto 0,027% que se halla en ríos, lagos, riachuelos y acuíferos explotables. El agua dulce de la superficie es reabastecida por la lluvia y otros tipos de precipitación, pero algunos acuíferos, por estar a grandes profundidades, no pueden aprovisionarse de nuevo.
A diferencia de las gigantescas turbinas que pueden generar electricidad para el uso doméstico e industrial, el agua no se puede fabricar. De modo que cuando en un hogar se abre el grifo con el fin de obtener agua para hacer esa deseada taza de té o café, para darse un baño caliente que tonifique, o cuando se abren las válvulas de las industrias o se llena nuevamente la piscina, el agua tiene que extraerse de los ríos y lagos de las cercanías o de pozos conectados a algún acuífero.
Aunque la precipitación anual de la Tierra es abundante, no es igual en todas partes. En algunos lugares puede que la lluvia sea más que abundante, mientras que en otros tal vez no llueva por años. En las zonas donde escasea la lluvia es necesario tener enormes sistemas de regadío para la agricultura, y el agua para ello se extrae de acuíferos cuyo reabastecimiento o bien no existe o es insuficiente, lo cual causa que se sequen algunos pozos.
17.- Los acuíferos están en vías de secarse
De esos grandes acuíferos, el Ogallala es el mayor en el mundo. Se extiende por debajo de seis estados de la zona central del oeste de los Estados Unidos, y de él dependen grandemente las viviendas, la industria y los regadíos; no obstante, está acercándose a una crisis que prácticamente afectará a decenas de millones de personas. Hay en la actualidad 200.000 pozos extrayendo agua del Ogallala y su nivel ha bajado entre 3 y casi 5 metros (10 a 15 pies) en toda una extensión de 153.600 kilómetros (60.000 millas) cuadrados. Un escritor dijo: “Al igual que un grupo de niños pequeños que con sorbetes todos toman a la vez del mismo refresco, así también la gente está agotando rápidamente el agua subterránea”.
Algunas personas ya están sintiendo el principio de la inminente crisis. “El nivel al que se encuentra la toma de mis bombas de agua en mis 11 pozos está a poca distancia del fondo —dijo un granjero—, y ha estado así desde hace cinco años. Si extraigo el agua con demasiada rapidez, se agota.” “Con el tiempo el agua se habrá acabado —dijo un escritor—, y en algunas zonas ese tiempo quizás llegue en esta generación.” Algunos expertos calculan que el Ogallala se secará dentro de 40 años.
Se está abusando grandemente de muchos otros acuíferos en los Estados Unidos. Entre los casos más severos se encuentra el del acuífero que yace bajo la ciudad de Tucson, Arizona, siendo la mayor urbe norteamericana que depende totalmente de agua subterránea. De este acuífero se abastecen las viviendas, la industria, las granjas y las minas de cobre aún en servicio. Como consecuencia, el nivel del agua en la capa freática ha descendido la asombrosa cantidad de 45 metros (150 pies) desde el decenio de 1960. Solo un 35% del agua que se extrae anualmente del acuífero es reemplazada.
En algunas zonas el nivel de agua de estos depósitos subterráneos ha descendido más de 48 metros (160 pies). Por ejemplo, en la ciudad de El Paso, Texas, y en la ciudad Juárez, México, el nivel del agua ha bajado drásticamente debido a la excesiva extracción del líquido, y en la zona metropolitana de Dallas y Ft. Worth el nivel del agua subterránea ha mermado más de 118 metros (390 pies) en los pasados 25 años. Esta continua extracción de agua solo puede conducir al agotamiento del surtido que existe en el subsuelo.
La extracción excesiva del agua de los acuíferos de la nación también está trayendo como resultado otros graves efectos secundarios además del de la reducción en la cantidad del agua existente. Por ejemplo, la entera ciudad de Houston, Texas, está hundiéndose en sus cimientos de arena y arcilla, informa el periódico The New York Times del 26 de septiembre de 1982. “La causa es el agua, la cual se ha extraído en demasía de los extensos acuíferos debajo de la ciudad para satisfacer el inmenso desarrollo que ha acontecido en la zona en los últimos diez años —informa el mismo periódico—. Si para satisfacer la necesidad en el futuro no se utiliza otra agua, salvo la subterránea, la ciudad podría hundirse más de 4 metros (14 pies) para el año 2020.”
También en 1982, The New York Times publicó un informe sobre una situación similar en el estado de Arizona. En el informe se dice que, según noticias recibidas, en algunas zonas se han formado grandes grietas de hasta 120 metros (400 pies) de profundidad y 11 kilómetros (7 millas) de largo. Estas se produjeron como consecuencia directa de la explotación en gran escala de los acuíferos con el fin de abastecer con agua tanto al sector agrícola como al urbano. Cuando el agua del subsuelo se reduce drásticamente la superficie encima se hunde y en algunos lugares se producen grietas gigantescas que pueden alcanzar una profundidad de 120 metros (400 pies) hasta dar con la roca del subsuelo. En el estado de la Florida también la extracción excesiva del agua acuífera ha recibido mucha publicidad. La extracción frenética del agua ha socavado el terreno, creando hoyos que se han tragado casas y automóviles.
Los medios de información casi continuamente advierten acerca de la crisis del agua subterránea en los Estados Unidos. Esto tiene preocupada a toda la nación. “Se reconoce que la reducción continua del contenido de los acuíferos representa una amenaza al país, a nuestro crecimiento económico y a la calidad de nuestra vida”, dijo John P. Hammerschmidt, miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. “El país de la abundancia ha creado una demanda insaciable por el agua donde no la hay”, dijo un senador norteamericano. “Una vez que nuestros acuíferos se hayan agotado —dijo el congresista Robert Roe—, hasta ahí llegaron. Podría tomar mil años para que se reabastecieran.”
18.- “Dentro de 50 años no existirá Phoenix”
El senador Daniel Moynihan declaró: “En el senado dije una vez que se puede vivir sin petróleo y hasta sin amor, pero no sin agua [...] Agoten los acuíferos del suroeste del país y dentro de 50 años no existirá Phoenix [ciudad en el estado de Arizona]. Lo siento, amigo, no hay más agua. Esa es una verdadera e irreversible crisis”. La revista U.S.News & World Report del 18 de marzo de 1985 agrega una última nota: “Quizás para la mayoría de los norteamericanos la noción de que se acabe el agua tal vez parezca exagerada. Pero un creciente número de hidrólogos, ingenieros y especialistas en el medio ambiente insisten en que el período de presumida confianza en el abastecimiento de agua que tiene el ‘país de la abundancia’ está llegando a su fin”.
Por todo el mundo, otras naciones gimen amargamente por causa de la rápida disminución del agua subterránea. En la década de los setenta se descubrió en el sur de la India que en ciertas zonas el nivel del agua subterránea había menguado casi 30 metros (100 pies) debido a la excesiva extracción de agua para usarla en regadíos. En las provincias septentrionales de China, diez de las ciudades principales cuyo abastecimiento de agua proviene mayormente de acuíferos afrontan una grave merma en los depósitos por causa de la excesiva extracción de agua. Algunas de estas ciudades han estado hundiéndose desde 1950 a razón de 20 a 30 centímetros (8 a 12 pulgadas) al año como consecuencia de la disminución del agua y la reducción de la cavidad acuífera. La ciudad de México también corre el peligro de sufrir daños en el terreno por motivo de la baja en el nivel del agua en el subsuelo.
El problema es mayor en las zonas donde los acuíferos llegan cerca del mar. A medida que el nivel del agua de estos depósitos baja, entra en ellos agua de mar que contamina el agua dulce. Israel, Siria y los Estados Árabes del Golfo se enfrentan a esta clase de conflicto.
Aunque la situación difícil en que se ve la Unión Soviética y su lucha por el agua no están tan bien documentadas como lo están en otros países, no obstante, afronta problemas similares. El Tercer Mundo, donde en particular ha habido una explosión demográfica, también ha llegado a conocer la lucha de vida o muerte por el agua. El decreciente abastecimiento de agua se está convirtiendo rápidamente en una crisis insidiosa por todo el mundo.
Aunque el abasto de agua del que usted se sirve parezca abundante, tal vez también le afecte esta crisis como lo mostrará el próximo subtema.

19.- El agua pura... una maravilla de la naturaleza
EL AGUA no es algo que se puede usar solo una vez. ¡Por miles de años la gente ha usado la misma agua que usamos actualmente todos los días!
El proceso de depuración que se lleva a cabo en la creación natural, y que permite que generación tras generación disfrute de agua pura, revela gran sabiduría. Al mismo tiempo, los seres humanos tienen la responsabilidad de cooperar con este sistema para que pueda funcionar sin que se le obstaculice indebidamente.
20.- Sistema de autodepuración
El calor del sol evapora el agua de la superficie de los océanos, lagos y otras masas de agua, así como también de las superficies húmedas. Cada día esta evaporación levanta a la atmósfera tremendas cantidades de vapor de agua. Aun si éstas son aguas o superficies sucias o saladas, el agua evaporizada es casi pura.
Con el tiempo, esta agua vuelve a la Tierra en la forma de lluvia (o nieve). A la vez ayuda a purificar el aire al llevarse consigo polvo u otras sustancias. Cuando llega al suelo, da a la vegetación y otras superficies un enjuague limpiador. Parte del agua fluye a los ríos y parte de ella penetra en el suelo.
No obstante, cuando uno saca agua subterránea de un pozo bueno, ésta no está sucia. ¡Se ha convertido en agua potable buena y pura! ¿Qué ha pasado para que esto sea así?
Cuando el agua penetra en la tierra, en primer lugar se le purifica mecánicamente puesto que el suelo sirve de filtro. Las partículas sólidas que estaban en el agua permanecen en el suelo a medida que el agua pasa por él.
Sin embargo, en el agua hay impurezas orgánicas y de otras clases que no son eliminadas por la acción filtrante del suelo. Pero también se han hecho arreglos para purificar el agua de estas impurezas.
21.- Depuración biológica
La depuración biológica se encarga de las impurezas del agua que la filtración por el suelo no elimina. En este proceso, un sinnúmero de diferentes microorganismos presentes en el suelo se ponen a trabajar en las impurezas. A medida que el agua penetra lentamente en la tierra, bacterias y otros organismos utilizan las diferentes impurezas en el agua como alimento. Su sistema digestivo descompone las impurezas y las convierte en materia nutritiva para la vegetación.
A la vez que el agua está siendo purificada de este modo, absorbe del suelo diferentes minerales provechosos. Esos minerales también sirven para darle mejor sabor al agua potable. Esto explica por qué en muchos lugares el agua subterránea es agua potable de buen sabor sin tener que someterla a más depuración.
También hay un proceso para la depuración del agua parecido a éste y de diseño maravilloso que rige en los ríos, lagos y océanos. En el caso de estas aguas, la mayor porción de las impurezas sólidas se asientan en el fondo, y el proceso biológico se encarga de las otras impurezas. El agua de lluvia acarrea grandes cantidades de sustancias nutritivas del suelo y las deposita en las masas de agua. Entre estas sustancias están varios compuestos de nitrógeno y fósforo, así como un sinnúmero de otras sustancias. Los microorganismos que están en los ríos, lagos y océanos actúan sobre estas sustancias y las descomponen, transformándolas en sustancias nutritivas que les sirven de alimento a las plantas acuáticas. Cuando las extensiones de agua reciben de modo adecuado estas sustancias nutritivas, se conserva el equilibrio, y el agua permanece suficientemente pura.
Además, cuando las plantas acuáticas reciben la luz del sol producen oxígeno en el agua. Los microorganismos y los peces necesitan este oxígeno para vivir. Se ve, pues, que todo el arreglo es una maravilla de orden, cooperación y eficiencia.
22.- Problemas causados por el hombre
El sistema de autodepuración de la naturaleza funcionó bien por miles de años sin que surgiera problema alguno. Pero poco a poco la gente empezó a juntarse en ciudades de expansión continua, lo cual causó problemas con el equilibrio de la naturaleza.
En tiempos primitivos se construyeron alcantarillados en las ciudades. Estos vertían las aguas residuales y los desechos directamente en las extensiones de agua sin que primero fueran sometidos a tratamiento. Pudiera decirse que esto fue el comienzo de la contaminación del agua. Andando el tiempo, se sobrecargó tanto el sistema de depuración natural que ya no pudo cumplir con su tarea. Así, muchos de los ríos que fluían por las ciudades fueron convirtiéndose poco a poco en cloacas malolientes al descubierto.
¿Qué pasa cuando se vierten demasiados desechos en una extensión de agua? Al principio los microorganismos se multiplican rápidamente, como también lo hacen las plantas. Por eso, las aguas empiezan a ponerse cenagosas. Para poder producir oxígeno en el agua, las plantas necesitan la luz del sol. Pero el estado cenagoso del agua impide que la luz penetre más abajo de la superficie. Por eso, las plantas que están a mayor profundidad en el agua empiezan a morir y descomponerse.
La descomposición de las plantas utiliza el oxígeno en el agua tan rápidamente que las plantas vivas no pueden producirlo al mismo paso. Poco a poco se agota el abastecimiento del oxígeno. A su vez, esto significa la muerte de los microorganismos y los peces que dependen del oxígeno.
En muchos lugares el crecimiento demográfico y el aumento de la industria han resultado en problemas como éste. Debido en parte a la ignorancia y en parte a la indiferencia, se han vertido inmensas cantidades de desechos y sustancias tóxicas en el agua. El proceso de depuración natural no puede neutralizar éstos con suficiente rapidez.
Como resultado, algunas sustancias muy peligrosas han podido introducirse en plantas, peces, aves y humanos. Gradualmente se hizo patente que se necesitaban leyes para controlar el asunto de los desechos. Y cuando se ha actuado para mejorar una masa de agua contaminada, el resultado ha sido un mejoramiento señalado. Pero, ¿cómo se logra esto?
23.- Tratamiento de las aguas residuales
El tratamiento de las aguas residuales ha sido el factor clave. Los métodos que se utilizan se valen del proceso de depuración biológico natural. Demos una mirada a lo que les pasa a las aguas residuales a medida que pasan por una instalación de tratamiento típica.
Puesto que hay sustancias sólidas grandes en las aguas residuales, primero se filtra el agua por una criba para eliminar esos sólidos grandes. Entonces el agua fluye lentamente por un depósito pequeño donde las sustancias pesadas, tales como la arena, se asientan en el fondo, de donde son quitadas. Este depósito se llama la cámara de grava o arena.
Entonces el agua fluye a un depósito grande de sedimentación, donde se mueve lentamente por una o dos horas. Aquí la tierra o el lodo presente en el agua se asientan en el fondo, de donde se pueden eliminar con una bomba.
Sin embargo, al llegar a este punto, todavía hay muchas sustancias orgánicas en las aguas residuales. Por eso, el siguiente paso es el de canalizar el agua a la etapa biológica para el “tratamiento de gran potencia” mediante microorganismos. En las grandes instalaciones de tratamiento esto se hace por lo general por medio de añadir una concentración de microorganismos a las aguas residuales cuando éstas entran en el tanque de aireación. Como sugiere el nombre del tanque, se inyecta o insufla aire u oxígeno puro en el agua. Entonces los microorganismos tienen una abundancia tanto de oxígeno como de alimento en las aguas residuales. De modo que se multiplican rápidamente y descomponen eficazmente las impurezas.
Después de esto se necesita un tanque de clarificación para separar los microorganismos del agua purificada. Estos se asientan en el fondo de este tanque, y el agua relativamente limpia ya puede verterse en los lagos o ríos. No obstante, es posible que esta agua todavía contenga muchas bacterias, algunas de las cuales pudieran ser patógenas, es decir, de las que causan enfermedades. A eso se debe que casi siempre se desinfecta esta agua con, por ejemplo, cloro u ozono para matar las bacterias peligrosas.
24.- Mejoras en la depuración
En los últimos años muchos países han tratado de mejorar su tratamiento de las aguas residuales. Tienen por meta una eliminación más eficaz de los compuestos de fósforo y nitrógeno presentes en el agua. Los excrementos humanos y muchísimos detergentes contienen mucho fósforo, del cual el tratamiento biológico solo elimina la tercera parte.
El fósforo causaría el crecimiento de algas en el agua a menos que fuera removido. Por eso, después que se haya cumplido el tratamiento biológico, se añade una sustancia química que produce un precipitado o que hace que se adhiera a ella el 90 por ciento del fósforo presente en el agua. Entonces puede recogerse como sedimento del fondo del tanque. Se pueden emplear para este propósito el sulfato de aluminio o el de hierro, los cuales son productos residuales de la industria.
También se han adoptado otros métodos fisicoquímicos para lograr un grado mayor de pureza. Algunos de estos métodos son: absorción sobre carbono activado u otros absorbentes, la osmosis a la inversa, el intercambio de iones y la destilación.
Claro está que la construcción de instalaciones para el tratamiento de las aguas residuales, y el tratamiento mismo, son muy costosos. Pero es parte del precio que hay que pagar por la concentración de la población y la industrialización. Puesto que la mayoría de las personas reconocen el valor del agua pura, sin duda estarán dispuestas a hacer algunos sacrificios para que el ciclo natural de este líquido vital continúe relativamente inalterado.

25.- Agua, agua por todas partes
DESPUNTA el día y en sus hogares la gente comienza a levantarse del sueño de una noche más de descanso. El agua de las duchas y las bañeras refrescará al cuerpo. Con agua se avivarán los ojos todavía soñolientos y con agua otros se afeitarán. Con agua se hará el té o café tan imprescindibles para algunos y con agua se lavarán los platos y la ropa.
A medida que el Sol se eleva en el firmamento, los engranajes de las industrias comienzan a moverse. Se abren las válvulas para que por miles de kilómetros de tuberías corra agua, esa sustancia que es la sangre de los sistemas de calefacción y refrigeración, de la producción de electricidad, de confección de sustancias químicas y de muchas otras cosas.
Sin agua las industrias cesarían de funcionar tal como si se les desconectara de la electricidad. Por ejemplo, la fabricación de los 900 kilos (2.000 libras) de acero de su automóvil requirió que se usaran más de 227.000 litros (60.000 galones) de agua reutilizada, y en la producción de cada litro de combustible que su auto lleva en el tanque se necesitaron más de 4 litros de la misma. Los cafés y restaurantes se preparan para otro día atareado en que las agujas de sus contadores de agua girarán a gran velocidad. En las zonas áridas, kilómetros de tuberías y miríadas de rociadores despedirán millones de litros de la preciada sustancia para regar las haciendas que tanto alimento producen para los centros urbanos.
Agua, agua por todas partes. Su disponibilidad parece inagotable. Por ser ese el pensar que predomina en la mente de la mayoría de la gente, se abusa del agua, se le da mal uso, se desperdicia, se le da poca importancia, y poca atención se presta a la fuente de donde proviene. Dado que es muy accesible, aun los residentes urbanos de pocos recursos viven, en lo que a esto respecta, mejor que los antiguos reyes en todo su esplendor. Con solo dar vueltas a una llave en la cocina o en el cuarto de baño uno tiene agua corriente, caliente o fría. En los Estados Unidos, por ejemplo, cada persona usa un promedio de casi 330 litros (87 galones) de agua al día.
El agua es esencial para toda cosa viviente. Después del aire, es la sustancia más necesaria para sostener la vida del hombre. Sin alimento, el hombre puede vivir por más de un mes. Sin agua, o bebidas y comestibles que contengan agua, el humano muere en cuestión de una semana. Si el cuerpo pierde más de un 20% de su contenido normal de agua, la persona sufrirá una muerte dolorosa.
En el transcurso de la historia humana, la búsqueda de agua ha dado motivos para actos de violencia. Ha habido guerras para obtener control de ella. Hombres se han matado por un lodoso oasis en el desierto. Pueblos, ciudades e imperios se han levantado en lugares donde ha abundado el agua y algunos de estos han sido abandonados cuando el surtido se ha agotado. La humanidad ha hecho ídolos alegóricos al agua y los ha adorado como a dioses. Cuando el agua ha escaseado, con grandes ritos y ofrendas les han hecho peticiones a esos dioses y cuando la han hallado, a ellos ha ido el crédito.
26.- La crisis del agua, ¿se avecina, o ya está aquí?
Con la explosión demográfica en la Tierra, la demanda por el agua ha alcanzado nuevas alzas. Por todo el mundo son interminables las columnas que se publican en los periódicos tocante a la necesidad de que haya más agua. Algunos expertos se refieren a “la venidera crisis del agua” y a “la próxima escasez de recursos naturales”. Hay otros, no obstante, que tienen una opinión más negativa. “Nuestra nación ya está en una crisis de agua”, dijo un senador de los Estados Unidos. “La gente habla de que es una crisis que está por suceder. Pero ya existe”, escribió el presidente del House Water Resources Subcommittee. “El recurso natural más valioso de los Estados Unidos está en peligro”, dijo la revista U.S.News & World Report de marzo de 1985. “A nivel nacional, la crisis del último decenio de este siglo será la escasez de agua para el uso doméstico”, dijo el ministro del interior de los Estados Unidos. También advirtió: “Todos los esfuerzos por promover el desarrollo y el empleo, por aumentar la prosperidad en el sector agrícola, por proteger el medio ambiente y por reavivar nuestras ciudades carecerá de significado alguno a menos que podamos satisfacer la necesidad que la sociedad tiene de agua”.
Desafortunadamente, la crisis del agua no es un problema solo para los Estados Unidos, sino uno que también afecta al resto del mundo. “La crisis mundial del agua es mucho más seria que la del petróleo”, dijo un escritor. Y agregó: “Más de treinta países afrontarán una severa escasez en los próximos veinte años. A medida que la población aumenta y escasea más el agua, no se puede descartar la posibilidad de que algunos países se lancen a una guerra por causa del agua”. Todo indica que el punto de vista de todos los expertos y planificadores del mundo es que el futuro del mundo, en lo que respecta al agua, es terriblemente crítico.
¿Por qué se preocupa el mundo por el agua? La cantidad que la Tierra tiene de esta sustancia es enorme. Más del 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua. Para comprender el gran volumen de líquido que esto representa, hay que poner la mente a hacer cálculos. Imagínese, por ejemplo, una fosa cuadrada con 1,6 kilómetros (1 milla) de largo, de ancho y de profundidad, es decir, de un poco más de cuatro kilómetros cúbicos (1 milla cúbica). Para llenar esta fosa con agua se necesitarían más de cuatro millones de millones (4.000.000.000.000) de litros o más de un millón de millón (1.000.000.000.000) de galones. Ahora multiplique ese volumen 326.000.000 de veces y obtendrá aproximadamente la cantidad de agua que contiene la Tierra. El agua sigue un ciclo interminable: de los océanos, ríos, lagos y arroyuelos pasa a la atmósfera siendo elevada por el calor del Sol, para entonces descender de nuevo en forma de lluvia o nieve.
Los hechos indican que hay suficiente agua en la Tierra para más que satisfacer el deseo de toda cosa viviente, desde la creación del hombre y por toda la eternidad. ¿Por qué existe, entonces, una crisis de agua?

27.- El agua... don maravilloso para el hombre
NOS hallábamos junto a una corriente que retumbaba, bien alto en las montañas cerca de Medellín, Colombia, después de haber viajado todo el día a través de una sección árida de Córdoba. Aquí y allá en nuestra ropa y el auto en el cual viajábamos dejaban su marca acumulaciones de polvo. Y también en nuestra garganta, aparentemente. Tomando una curva en la subida que nos permitiría pasar sobre la montaña y bajar hasta Medellín, nos topamos con esta corriente. ¡Verdaderamente, un don maravilloso del Creador del hombre!
28.- El ciclo del agua
El agua de esta hermosa corriente estaba en rápido movimiento. Junto con el agua de otras corrientes de las montañas, valles, y hasta subterráneas, de ríos y lagos, se movía hacia el mar. Allí el Sol con sus poderosos rayos la levantaría como vapor acuoso, quitándole la sal por evaporación sencilla.
Cada segundo nuestro Sol hace subir así 15.000.000 de toneladas de agua dulce de los océanos salados y otras fuentes. Llevado por nubes y corrientes de aire por encima de alguna masa de tierra sedienta, el vapor acuoso se deposita como lluvia, la cual se vacía en algún río o corriente y con el tiempo regresa al mar. Notablemente, la Santa Biblia, hace unos 3.000 años, describió este ciclo, diciendo: “Todos los torrentes invernales están saliendo para el mar, no obstante el mar mismo no está lleno. Al lugar para donde están saliendo los torrentes invernales, allí están regresando para poder salir.”—
Pero el vapor acuoso no solo se produce como resultado de la acción de bombeo del Sol en las superficies de los cuerpos de agua. Aproximadamente el 85 por ciento proviene de los océanos, pero las plantas también contribuyen vapor acuoso. Embeben humedad por medio de su sistema de raíces y luego la pasan por las hojas como vapor. Un abedul puede despedir unos 265 litros de agua diariamente. ¡Y una hectárea de maíz puede despedir unos 36.300 litros en un día!
29.- El hombre, su alimento y bebida
 Nuestro cuerpo consta de 75 a 90 por ciento de agua, un porcentaje que disminuye con la vejez y es un poco menor en las mujeres que en los hombres.
Durante la vida de la persona de término medio ésta ingiere más de 56.775 litros de agua. Cada día el hombre ingiere unos dos litros y medio de agua, ya sea por bebidas o en el alimento. A menudo nuestro alimento tiene de 60 a 95 por ciento de agua por peso. Por ejemplo, ¿sabe usted que una manzana es 80 por ciento agua, un tomate aproximadamente 95 por ciento agua y una sandía 97 por ciento? Hasta el más seco de los alimentos, las semillas de girasol asadas, son 5 por ciento agua.
Hay muchísima agua en la Tierra, pero algunas regiones tienen mucho menos que otras. No son raras las escaseces de agua en la República Dominicana. Hace algún tiempo, en la primera plana de un periódico de Santo Domingo se ilustró elocuentemente el problema. Se mostraba una llave de agua de la que caía una sola gota de agua en una mano ahuecada. Era fácil imaginarse la situación. Un día caluroso y polvoriento, en el cual había ropa que lavar, una casa que limpiar, la comida que preparar, ¡y ni un chorrito de agua de la llave! Sin embargo, un estudio hecho por técnicos de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos aseveró que en la República Dominicana hay suficiente agua como para satisfacer las necesidades presentes y futuras del país. Parece ser que el problema estriba en hacer disponible a todos esa agua.
30.- Guía para exploradores y rutas de comercio
El agua le sirve al hombre de muchas maneras. Por mucho tiempo los exploradores han utilizado los ríos como guías. Viajando por el Amazonas y sus 200 tributarios, los exploradores penetraron en la cuenca del Amazonas. Y hasta ahora estas aguas suministran el principal medio de transporte en esa región.
El río Misisipí hizo posible la exploración de vastas extensiones de los Estados Unidos, puesto que forma el tronco de una vía acuática interior de 22.526 kilómetros. La vía acuática de San Lorenzo llevó a los exploradores y colonizadores al corazón del continente norteamericano.
Y el hombre ha utilizado por mucho tiempo las aguas para su propia transportación y para el transporte de sus mercancías de una parte de la Tierra a la otra, sea por balsa, canoa o trasatlántico.
Una temprana vía acuática comercial en la historia del hombre fue el río Éufrates, navegable por botes pequeños por unos 1.930 kilómetros. Las rutas de comercio del día moderno siguen recorridos como el del Misisipí. Hecho famoso en una canción norteamericana como ‘el viejo río que fluye imperturbable,’ éste hace su recorrido de 3.974 kilómetros desde el norte de Minnesota hasta el golfo de México.
El Rin se considera como uno de los ríos más bellos del mundo. Sin embargo, si uno fuese uno de los muchos industriales de la zona del Ruhr, probablemente estaría más interesado en el hecho de que esta vía de flotación podría llevar sus productos a importantes puertos belgas y holandeses. Desde el sudeste de Suiza fluye por 1.303 kilómetros a través de Alemania y Holanda hasta el mar del Norte.
31.- Hace girar las ruedas de la industria
El agua que ha hecho girar las ruedas de la industria desde los días del molino de agua hasta la turbina hidráulica actual. El hombre reconoció temprano las posibilidades que encerraba la energía de las enormes cataratas y de las gigantescas olas que se estrellaban en los litorales del mundo, pero sus esfuerzos por controlar ese poder y enjaezarlo para su propio uso ha tropezado con limitaciones. Según la Encyclopedia Americana (ed. de 1961, tomo 29, pág. 24), solo está utilizando un “porcentaje infinitesimal” de lo que hay allí. Hasta ahora poco se ha hecho para utilizar la energía que resulta de la acción de las olas de los océanos.
Quizás la ribera del río que movía al molino haya sido en el pasado un romántico lugar de reunión, pero también era donde estaba la aceña que convertía el grano en harina. Planas piedras de molino circulares estaban conectadas a una rueda que giraba bajo el empuje de la corriente. Menos pintoresca, pero más eficaz, es la turbina hidráulica, que produce energía de agua represada. Este sistema se usa extensamente en la América del Norte, Europa y Rusia.
32.- La Tierra y su agua
Dios hizo el agua para que pudiéramos vivir en esta Tierra. La necesitamos para vivir. También añade gozo a la vida. ¿Se ha sentado usted alguna vez junto a un lago en un atardecer fresco y ha observado la belleza del Sol poniente reflejada profundamente en las aguas semejantes a espejo? ¿Ha remado usted alguna vez en canoa sobre un sendero de luz trémula de Luna a través de una bahía tranquila? ¿Ha presenciado la maravilla pasmosa de una catarata que va arrollando sobre las rocas hasta lanzarse a la espuma blanca abajo? ¿Ha escuchado el fuerte rugido de las poderosas olas de los océanos que dan contra una costa rocosa? Todo esto está incluido en el don del Creador al hombre.
Al disfrutar de una bebida fría quizás no nos demos cuenta de cuán singular es este don de nuestro Creador. Esto se debe a que el agua es la única sustancia común en nuestra Tierra que existe naturalmente en tres formas diferentes: como líquido, gas (vapor acuoso) y sólido (hielo). Singular también es el agua porque cuando se congela se ensancha en vez de contraerse como lo hacen casi todas las otras sustancias. Por eso el hielo flota en el líquido más pesado. Si el hielo no flotara, la Tierra podría convertirse en un desierto ártico sin vida. Con el tiempo toda el agua llegaría a ser hielo sólido, quizás solo con una capa delgada de agua en el verano.
Hay algunos organismos sencillos que pueden existir sin aire, pero ninguno puede sobrevivir sin agua, puesto que dependen del agua para disolver aquello de lo cual se alimentan. Una persona quizás pudiera vivir un mes más o menos sin alimento, pero sin agua no podría esperar vivir más de cinco a diez días. Así de sencillo es: Si no hay agua, no hay vida.

33.- ¿Nos estamos quedando sin agua?
“Para la supervivencia, el bienestar y el desarrollo socioeconómico de toda la humanidad es un requisito fundamental tener garantizado el acceso a un suministro suficiente de agua potable. Sin embargo, continuamos actuando como si el agua dulce fuera un recurso abundante e inagotable, cuando no lo es.”—Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas.
DESDE hace mil años, todos los jueves al mediodía se reúne en la ciudad de Valencia (España) un tribunal singular. Su cometido es resolver las disputas que surgen sobre el agua.
Los labradores de la fértil huerta valenciana dependen del riego, que exige gran cantidad de agua, recurso siempre escaso en dicha región. Cuando opinan que la distribución del valioso líquido es injusta, pueden apelar al Tribunal de las Aguas. Este tipo de disputas no son nuevas, pero en pocos lugares se resuelven de manera tan equitativa como en Valencia.
Hace cuatro mil años, varios pastores se enzarzaron en una discusión sobre el uso de un pozo cerca de Beer-seba, en Israel Desde entonces han ido empeorando los problemas del agua en Oriente Medio. Al menos dos dirigentes destacados de la zona han dicho que este sería el detonante que podría llevarles a declarar la guerra a un país vecino.
El líquido elemento siempre ha sido la manzana de la discordia en los países semiáridos, por la sencilla razón de que es esencial para la vida. “El agua dulce es preciosa, ya que no podemos vivir sin ella. Resulta irremplazable, dado que no tiene sucedáneos. Y es un recurso delicado, pues la actividad humana tiene un profundo impacto en la cantidad y calidad del agua dulce disponible”, señaló Kofi Annan.
Hoy día, la cantidad y calidad del agua dulce de nuestro planeta se ven amenazadas como nunca antes. Así pues, no debemos dejarnos llevar por la aparente abundancia de agua que existe en algunas regiones afortunadas del mundo.
34.- Las reservas menguan
“Una de las grandes contradicciones [de] la naturaleza humana [es] que únicamente valoramos las cosas una vez que se vuelven escasas —dice la secretaria general adjunta de las Naciones Unidas Elizabeth Dowdeswell—. [...] Apreciamos el valor del agua cuando el pozo se ha secado. Y los pozos no sólo están secándose en las regiones tradicionales con tendencia a las sequías, sino también en zonas que no asociamos tradicionalmente con escaseces de agua.”
Quienes lidian a diario con la falta de agua lo entienden a la perfección. Asokan, oficinista de Madrás (India), se levanta todos los días dos horas antes del amanecer, toma cinco baldes y camina cinco minutos hasta el grifo público. Ha de ponerse en fila temprano, pues solo se suministra agua de cuatro a seis de la mañana. La cantidad que recoja tendrá que bastarle para todo el día. Muchos hindúes y otros 1.000 millones de habitantes del globo no son tan afortunados, ya que no disponen de grifos, ríos o pozos cerca de su casa.
Abdullah, un chico de la región africana del Sáhel, es uno de ellos. La señal de carretera que anuncia su aldea la califica de oasis, pero hace tiempo que desapareció el agua, y apenas quedan árboles. La tarea de Abdullah consiste en extraer la que su familia necesita de un pozo situado a un kilómetro de distancia.
En algunas zonas del mundo, la demanda de agua potable sobrepasa ya a las reservas existentes. La razón es obvia: buena parte de la humanidad vive en regiones áridas o semiáridas donde falta el preciado líquido desde hace mucho. Según el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, un tercio de la población mundial vive en zonas que sufren una escasez hídrica entre moderada y severa. Además, el incremento en la demanda ha superado en más del doble a la tasa de crecimiento demográfico.
Por otro lado, el abastecimiento de agua es prácticamente estable. Tal vez se alivie provisionalmente la situación excavando pozos más profundos y localizando nuevas reservas, pero, en esencia, la cantidad de lluvia que cae sobre la Tierra y el agua almacenada en los acuíferos se mantienen invariables. De ahí que los meteorólogos estimen que dentro de veinticinco años cada habitante del planeta verá reducida a la mitad la cantidad de litros de que dispone en la actualidad.
35.- El efecto en la salud y la alimentación
¿Cómo afecta a las personas la escasez de agua? En primer lugar, perjudica su salud. No es que mueran de sed, sino que la poca calidad del agua que usan para beber y cocinar las enferma. Elizabeth Dowdeswell indica que “alrededor del 80% de todas las enfermedades y más de una tercera parte de todas las muertes en los países en desarrollo son causadas por aguas contaminadas”. En las naciones semiáridas en vías de desarrollo, los abastecimientos de agua suelen contaminarse con heces humanas y animales, pesticidas, fertilizantes y residuos industriales. Las familias pobres quizás no tengan otra opción que utilizar esa agua llena de impurezas.
Tal como nuestro cuerpo necesita agua para eliminar los desechos, un saneamiento adecuado también precisa de agua en abundancia, recurso al que gran parte de la humanidad no tiene acceso. El número de personas afectadas por la falta de instalaciones sanitarias apropiadas —prácticamente un asunto de vida o muerte— aumentó de 2.600 millones en 1990 a 2.900 millones en 1997, lo que representa cerca de la mitad de la población del planeta. En una declaración conjunta, Carol Bellamy y Nitin Desai, representantes de las Naciones Unidas, advirtieron: “Cuando los niños carecen de agua potable y servicios sanitarios, se pone en peligro casi todo aspecto de su salud y desarrollo”.
La producción alimentaria depende del agua. Aunque la lluvia riega muchos cultivos, en fechas recientes los sistemas de irrigación desempeñaron un papel decisivo en suministrar alimentos a la creciente población mundial. Hoy por hoy, el 36% de las cosechas del mundo dependen de tales sistemas. Sin embargo, la mayor extensión de tierras de regadío se alcanzó hace unos veinte años y, desde entonces, ha ido reduciéndose.
Tal vez nos cueste creer que se esté acabando el agua limpia si esta mana en abundancia de los grifos de nuestro hogar y si disponemos de un higiénico inodoro dotado de cisterna. Pero debemos recordar que solo el 20% de la humanidad disfruta de tales lujos. En África, muchas mujeres —que dedican seis horas al día a obtener agua (no pocas veces contaminada)— comprenden mucho mejor la dura realidad: el agua limpia y potable es escasa y escaseará cada vez más.
¿Resolverá el problema la tecnología? ¿Se explotarán los recursos hídricos con mayor eficacia? ¿Adónde ha ido a parar el agua?

36.- ¡Advertencia! Esta agua podría perjudicar su salud
PUEDE usted imaginarse abrir el grifo del fregadero de su cocina y tras acercarle un fósforo encendido ver que de él sale una horrible llamarada? ¿Puede imaginarse un río que se incendia tras tirar en él un cigarrillo encendido? ¿Le sorprendería que el agua con que se baña estuviera demasiado sucia para beberse y que esa suciedad, después de asentada, la pudiera amontonar?
¿Le sobresalta pensar que con el agua de un río se puede, ante sus propios ojos, revelar una fotografía de un negativo? ¿Cuál sería su reacción si el agua de su grifo saliera del mismo color de la cerveza negra? ¿Tiene usted que abrir la ventana que está cerca de su fregadero para que cuando abra el grifo el mal olor del agua no pase al resto de la casa? ¿Acaso su cónyuge sale en la mañana sin tocar el café por parecer este demasiado fuerte, sólo para descubrir después que a la cafetera ni siquiera se le había añadido café?
¿O es su agua cristalina, con sabor puro, pero tras beberla a su familia le da dolores de cabeza, mareos, disentería y erupciones cutáneas? O, ¿describirían mejor sus síntomas los temblores, la ceguera y el deterioro del sistema nervioso central?
¿Sabía usted que no hace mucho tiempo una tercera parte de la humanidad estaba constantemente enferma debido a agua impura y que diez millones de personas morían anualmente, no por falta de agua, sino por culpa de esta? ¿Podría ser todo esto producto de una loca imaginación... ideas extraídas de las películas de ciencia-ficción? Lamentablemente, tales escenas son reales.
Se ha hecho obvio que en la actualidad el hombre tiene la asombrosa capacidad de envenenar completamente todo cuanto vive en la tierra y en los mares. Mayormente esto ha sucedido debido a los esfuerzos que ha hecho por mejorar su modo de vida... al reducir el dolor y la enfermedad, traer por los medios de comunicación el mundo a la sala de su hogar, realizar la conquista del espacio y fabricar implementos bélicos.
Gran parte del problema ha sido causado por los nuevos compuestos químicos mortíferos que el hombre ha hecho. Hace seis años había en el mercado más de 60.000 de tales mezclas químicas, de las cuales 35.000 se clasificaban como mortíferas o extremadamente peligrosas para la salud. Y se sigue creando miles más al año. La producción de estos compuestos químicos produce desechos igualmente mortíferos y sumamente tóxicos, los cuales son enterrados o arrojados a ríos y riachuelos sin que se dé atención a las consecuencias que ello traerá a los humanos y al medio ambiental.
37.- Una bendición para los agricultores, pero desastrosos para las aguas de la Tierra
Los pesticidas, herbicidas y fertilizantes han sido una bendición para los agricultores por todo el mundo, pero han resultado ser desastrosos para las aguas de la Tierra. Por años los agricultores del valle de San Joaquín en California rociaron con el pesticida DBCP sus uvas, otras frutas y tomates, solo para descubrir en años recientes que este puede causar cáncer y esterilidad en los humanos. Aunque ya no se usa este producto, el veneno no ha cesado de filtrarse a través de las capas del suelo hasta llegar a las aguas subterráneas. Un portavoz del departamento de salud dijo: “El 35% de los pozos en el valle tienen DBCP”. En un condado del mismo estado, 250.000 personas corren el riesgo de contaminarse con DBCP, informa la revista Newsweek. Hay otros pesticidas que afectan el sistema nervioso. Y aun de otros se sospecha que causan otras enfermedades. Se ha descubierto que algunos herbicidas hacen daño al cerebro, paralizando a la víctima. En muchas zonas agrícolas los fertilizantes han causado que la concentración de nitrato sobrepase la cantidad máxima permitida por la ley de algunos países. Estas sustancias químicas también han llegado a los acuíferos.
Con el progreso en el campo de la química se ha mejorado la calidad de los detergentes y disolventes, de los líquidos para el lavado en seco y de los productos para la limpieza de fosas sépticas, para solo mencionar algunos. Los resultados han beneficiado muchísimo a la humanidad. No obstante, a medida que tales productos se filtran a través del suelo traen como consecuencia la contaminación de las aguas puras de la Tierra para generaciones futuras. Un especialista en calidad ambiental dijo: “Estamos envenenándonos nosotros mismos y envenenando a nuestra posteridad”.
Según muestran los informes, muchos de los millones de tanques subterráneos de gasolina de las estaciones de servicio esparcidas por carreteras y calles urbanas tienen algún escape, y su contenido, altamente explosivo, pasa a la tierra y se filtra hasta los pozos de agua. Esto ha causado incendios en casas y establos debido a la explosión de los gases cuando alguien ha encendido un fósforo. Son demasiado comunes los casos en que sale una llamarada del grifo como el resultado de tal mezcla de sustancias químicas mortíferas que rezuman a las aguas subterráneas.
Se creía que la tierra misma purificaría estas sustancias químicas según pasaban a través de sus capas, haciéndolas inocuas. Sin embargo, en la última década se ha descubierto que muchas de esas sustancias peligrosas no han sido filtradas, sino que han seguido penetrando hasta alcanzar los acuíferos y los han contaminado para generaciones futuras. “La contaminación del agua subterránea es consecuencia de los pecados cometidos hace mucho tiempo —dijo James Groff de la American Water Works Association—. Nadie tuvo la perspicacia de predecirlo.”
No obstante, los pecados continúan cometiéndose hasta ahora. La Agencia para la Protección de la Calidad Ambiental calcula que tan solo en los Estados Unidos más de 5,6 billones de litros (1,5 billones de galones) de desperdicios peligrosos pasan anualmente a las aguas subterráneas. Mucho de estos desperdicios son desechados por hombres sin escrúpulos y avaros a quienes no les importa el terrible daño que esto ocasiona al suministro de agua y a la salud humana. Un científico dijo: “Solo unos 4 litros (1 galón) de disolvente pueden contaminar más de 75.000.000 de litros (20.000.000 de galones) de agua subterránea a un grado que sobrepase el límite máximo de contaminación establecido por la mayoría de los estados”. Cuando uno piensa en términos de billones de litros o galones de desperdicio, entonces la expresión ‘agua, agua por todas partes y ni una gota para tomar’, resalta como algo horrible que puede convertirse en una realidad.
38.- “El lento tictac de una bomba de tiempo”
“El agua subterránea y sus contaminantes —dijo el presidente del House Subcommittee on Environment, Energy and Natural Resources— constituyen una posible bomba de tiempo con un lento tictac. Aumenta la creencia de que este problema será la próxima gran crisis de la década de los ochenta.” El periódico The New York Times informó: “Muchos concuerdan en que la contaminación del agua subterránea es por mucho el problema más serio y difícil que esté afectando la calidad del agua potable y que se ha convertido en una bomba de tiempo subterránea”. Un científico de la Universidad de Arizona advierte: “No hay duda de que tenemos en nuestras manos una bomba de tiempo. La pregunta es: ¿Cuán grande será la explosión?”.
No hay que explorar el suelo para saber “cuán grande será la explosión”. El mundo ya está temblando debido al temor a tal explosión venidera. Por ejemplo, se calcula que el agua de la cuarta parte del abastecimiento mundial pudiera ser peligrosa para beber.
El agua de un tercio de los ríos principales de la China está contaminada al grado de ser peligrosa para el consumo humano, declaró el Worldwatch Institute. Thane Gustafson, especialista en asuntos soviéticos, dice que la Unión Soviética afrontará una demanda de agua superior a lo que sus abastos pueden proporcionar debido a la contaminación actual. América del Sur se encara a una crisis similar por estar el agua demasiado contaminada para el consumo humano. “O bien nos las arreglamos para limitar el consumo de agua, o estaremos muriéndonos de sed —declaró la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas—. Sin ser culpables de exagerar, es fácil predecir que en el futuro muy cercano el mundo estará literalmente muriéndose de la sed, ya sea debido a la contaminación o al despilfarro actual de agua.”
En todas partes de la Tierra la gente está sintiendo los efectos devastadores de una bomba de tiempo que ya parece haber explotado en el escenario mundial. Por ejemplo, cuando uno considera que el 70% del agua potable de la India está contaminada y que es la causa de muchas enfermedades del país, no es exagerado decir que sus aguas y toda vida que de ellas depende clama por una solución. Y, ¿qué se puede decir de los países del Tercer Mundo y de la gente moribunda que busca agua limpia? Ciertamente, el mundo se enfrenta a un dilema de proporciones sin precedente.
Las enfermedades transmitidas por el agua causan la muerte a 30.000 personas diariamente, dijo el Dr. Maarten Schalekamp, especialista suizo en la purificación del agua. Solo la tercera parte de la humanidad posee lo que él llamó instalaciones “irreprochables” de agua potable, mientras que otro tercio de los habitantes de la Tierra bebe agua contaminada. El tercio restante tiene muy poca agua de cualquier clase.
Y así es. Las aguas envenenada se filtran a través del suelo, corren por los ríos, serpentean por los riachuelos, caen de las cascadas mientras una gran porción de la humanidad inevitablemente bebe hasta morir. ¡No hay duda de que esto es una bomba de tiempo de hechura humana!

LOCALIZACIÓN DEL AGUA DULCE
  Alrededor del 97% del agua del planeta es salada, por lo que resulta inadecuada para el consumo humano, la agricultura y la industria.
  La mayor parte del apenas 3% del agua dulce que existe no resulta fácilmente accesible.

Hielo y nieve perpetuos             68,7%
Aguas subterráneas                 30,1%
Permafrost y hielo subterráneo    0,9%
Lagos, ríos y pantanos               0,3%

LA CRISIS DEL AGUA
CONTAMINACIÓN En Polonia, solo un 5% del agua fluvial es potable, y un 75% está tan contaminada que ni siquiera es apta para uso industrial.
ABASTECIMIENTOS URBANOS En Ciudad de México, la segunda metrópoli más grande del mundo, el 80% del suministro proviene de su nivel freático, que disminuye inexorablemente, pues la extracción supera el reabastecimiento en más de un 50%. Pekín, la capital de China, sufre un problema similar: su acuífero desciende más de un metro al año, y una tercera parte de sus pozos se han secado.
RIEGO La merma del inmenso acuífero Ogallala de Estados Unidos ha sido tal, que se ha perdido una tercera parte de las tierras de regadío del noroeste de Texas. Tanto China como la India, que ocupan el segundo y tercer puesto, respectivamente, entre los mayores productores de alimentos, se enfrentan a una crisis semejante. En el estado meridional de Tamil Nadu (India), el riego ha hecho descender el nivel freático más de 23 metros en una década.
RÍOS QUE DESAPARECEN Durante la estación seca, las aguas del caudaloso Ganges no llegan al mar, pues son desviadas a lo largo de su curso. Y lo mismo ocurre con el río Colorado en Norteamérica.

39.- Soluciones propuestas

  Construir plantas desalinizadoras. En estas instalaciones se le quita la sal al agua marina. Para ello, generalmente se bombea el agua hacia cámaras de baja presión, donde se calienta hasta el punto de ebullición. El agua evaporada es conducida hacia otra parte de la planta, dejando atrás los cristales de sal. Es un procedimiento caro, fuera del alcance de muchos países en vías de desarrollo.
  Derretir icebergs. Algunos científicos creen que podrían utilizarse remolcadores grandes para transportar icebergs gigantescos, que contienen agua dulce pura, desde la Antártida hasta países áridos del hemisferio sur, donde los derretirían para obtener agua. El procedimiento plantea un inconveniente: alrededor de la mitad de cada iceberg se derretiría en el mar antes de llegar a su destino.
Explotar los acuíferos. Los acuíferos son capas del subsuelo cuyas rocas están saturadas de agua. Aun en el desierto más seco puede bombearse agua de los acuíferos. Pero su extracción es cara y hace disminuir el nivel freático. Otra desventaja es que la mayor parte de los acuíferos se renuevan lentamente, y algunos nunca lo hacen.

     Fernando Malchán Rosas.
       ã  Copyrigth México., D.F. 25/03/2011.

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